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  • Adrian de Miguel

EL ESTRÉS LABORAL Y SUS CONSECUENCIAS

A pesar de que una parte de los líderes piensen que estamos volviendo a la normalidad, el último estudio de Gallup "Estado global del lugar de trabajo" (en inglés "State of the global workplace") evidencia que el lado emocional de los equipos sigue lejos de recuperarse por completo. Sin ir más lejos, el 44% de los trabajadores encuestados reconocen haber sufrido mucho estrés durante los últimos días. Bajo la superficie de la vuelta a la normalidad, la gente de todo el mundo se está sintiendo estresada y sufre de ansiedad.


Estos sentimientos negativos están en cifras record. En 2020, empleados de todo el mundo sufrieron un crecimiento en niveles de estrés, preocupación, ira y tristeza. En 2021, la preocupación, la ira y la tristeza se mantuvieron por encima de los niveles de antes de la pandemia, y el estrés creció aun más. A nadie le sorprenden estos datos, ya que los últimos dos años han sido muy estresantes al haber tenido que lidiar con el aislamiento social, golpes económicos, disrupciones educativas y problemas de salud. Incluso en regiones donde el Covid-19 prácticamente ha desaparecido, los países han sufrido escasez laboral y de provisiones.


A pesar de que estos problemas no suelan aparecer en las hojas de cálculo de nuestras empresas, suponen un riesgo para las organizaciones. Si los líderes no prestan suficiente atención al bienestar de sus empleados, es posible que no vean venir el agotamiento de sus mejores empleados y la alta rotación. Aquí dejamos algunos consejos para afrontar esta situación de riesgo:


Pensar más allá del bienestar físico.

Algunas organizaciones tienen programas de bienestar, pero estos no siempre tienen en cuenta la salud mental y las relaciones sociales, factores importantes que influyen en la salud física. Además, el bienestar físico no logra captar las dimensiones más amplias del bienestar general: bienestar social, financiero, profesional y comunitario.


Algunas corporaciones han adoptado menos horas u ofrecido más flexibilidad para mejorar el bienestar de los empleados. Sin embargo, la investigación de Gallup realizada en EEUU en marzo de 2022 concluyó que menos de uno de cada cuatro empleados creía firmemente que su empleador se preocupaba por su bienestar, el porcentaje más bajo en casi una década.


Medir el bienestar de los empleados.

El bienestar se puede medir de una manera científicamente válida y se puede correlacionar con el rendimiento. Cuando los líderes tienen información del bienestar de sus empleados, pueden identificar posibles puntos críticos y tomar las mejores decisiones en consecuencia.


Entender el bienestar como parte permanente de su cultura.

El compromiso de los empleados en los EEUU aumentó al comienzo de la pandemia, cuando las empresas decidieron comunicarse, escuchar y ofrecer apoyo y flexibilidad a los trabajadores. A medida que el porcentaje de empleados que sienten que su empresa se preocupa por su bienestar se ha desplomado, las consecuencias van más allá de la ausencia de sentimiento de pertenencia. Incluyen un menor compromiso, un mayor agotamiento y más empleados que buscan nuevas oportunidades laborales en otros lugares.


Por el contrario, se ha demostrado que los equipos que sienten que su organización se preocupa por su bienestar logran una mayor receptividad de sus clientes, mayor rentabilidad y productividad, menor rotación y menos incidentes de seguridad.


De todas las lecciones aprendidas de la pandemia, esta debería estar entre las primeras de la lista: el bienestar de los empleados es crucial para la salud organizacional. Las organizaciones no pueden funcionar de manera efectiva, y mucho menos adaptarse, competir y ganar, con trabajadores que luchan y sufren. El bienestar de los empleados es un riesgo y una oportunidad que los líderes no pueden permitirse ignorar.

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